No puedo por más que creer,
arrastrar mi fe hasta ti
en un abrazo enamorado
Estamos en el mismo cielo
volando cogidos a esas alas
del ángel que un día soñamos
Siento una emoción constante
cada vez que te pienso,
y me pregunto...
¿Cómo no amarte?
Eres conjuro
en las esquinas de la noche,
velo incandescente,
un peso que gravita en la sombra
y sin embargo,
mi alma te acecha.
Regaré la humedad de tus ojos
con mis besos encriptados
ahuyentando la hoguera
del deseo de tenerte.
***
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