Universo de acordes,
en el viento son aves esta tarde no vuelan
donde antes cantaban. Ya no queda una nota,
ni la mano que templa melodías ignotas.
El silencio del alma se ha callado solemne,
y su voz de guitarra no contesta, no habla...
es clamor en el alba. Le bastó un corazón
con heridas, desgarros, para que su redobles
ya no suenen, no giman.
Sobrevuelan pesares en congojas que riman.
El azul de tus ojos, la esperanza pionera,
hoy no viene a llamarme regalándome un beso
con pasión de quimera, con tristeza de duelo.
La guitarra se calla, entorchados sollozan,
sus acordes de mallas. Un sonoro crepúsculo,
desfilando preguntas en los labios sin pauta,
que antes eran respuesta...
enmudecen las cuerdas, han perdido su idioma,
ya no saben tu nombre, ahora son el silencio,
es la ausencia insistente sin preludio aparente.
Si el camino es el llanto, la guitarra no canta,
sólo gime un te quiero, se erige en tarantos
y se vuelve altanera,
sólo alza un lamento, se queja, se quiebra,
y suspira mirando a las álgidas llamas,
que contiene el jilguero en sus mágicas alas...
Esas alas ajenas,que se agrandan, se queman,
se acercan, me abrazan, se sueltan...
y parecen quimeras... son estrellas en vuelo,
es sutil primavera. La guitarra es gitana
y su pálpito agita soleares que lloran
y jalean mis penas.
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