Caminemos,
y esa hora será la precisa
en que callen las hojas
y se despierte el viento.
Junto a ellos,
cantará nuestro amor.
Florecerá la luciérnaga...
y descansará en tu boca.
Como con mano secreta
un silencio engendrará
otro silencio mayor.
Y nosotros caminaremos
amándonos...
Salvaje, la música sonará
en clamor oculto.Haciendo temblar
al árbol del arroyo.
Los pinos desprenderán serafines.
La niebla aumentará,
y pondrá velos al amor.
Me arrodillaré
a los bordes mismos
de la senda ignea
que hay en tu torso desnudo...
Y te ofreceré una flor.
Una luna sonámbula
despertará el resplandor de tus ojos.
Y, entre besos y estrellas
caminaremos muy juntos
hacia la palidez que agoniza
al despuntar el alba.
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