lunes, 17 de octubre de 2011
OCTUBRE
Tengo un octubre lleno de sueños
que se aferran a la intemperie del olvido,
de palabras aún no dichas
como si fueran literatura arrolladora
que pende de un manojo de versos
y de unos nombres cuya estela
el tiempo se ha encargado de difuminar.
El tiempo se desliza en todo,
los muebles, las esquinas del pensamiento,
las preguntas sin respuesta, y hasta
en las rendijas de la melancolía está el minutero
con su ritmo acompasado e inmisericorde.
Llueve...afuera el mar presenta bellos matices
Se oye caer el silencio...lo retengo y lo hago mío;
No sabría definir lo que siento...merodean
hábilmente las gaviotas graznando.
Huelo el aliento perfumado del viento
y oigo el crujir de las nubes a lo lejos...
pero en esta embriaguez de mi enero,
tengo un octubre lleno de sueños
aunque la niebla cubra el corazón.
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