viernes, 7 de octubre de 2011
Excelente imperfección
Contémplame siempre como mujer,
imperfecta en cada virtud,
excelente en mis defectos,
una mujer real, de carne y hueso,
que siente, se equivoca, sueña...
y que te adora a ti como hombre.
Venérame siempre como compañera,
anhelando juntos el darnos
sin secretos rezagados,
deseando mirarnos al soslayo
en desnudez del alma
y completa común-unión.
Póstrate ante este amor maduro
como devoto peregrino caminante
en fervor inseparable, como yo,
sierva de tus ojos, me entrego a nosotros,
inclinándome en reverencia a tu bondad
para ser parte indisoluble de tu persona.
Entrégate...como me entrego,
en brazos del río de la vida
que fluye como fuente imparable;
Manantial de honda herida es el vivir,
salvo para los que amamos
sabiendo que el amor nos vencerá.
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