Busco un ave mensajera
que se pose sobre un verso cuidadoso
y me traiga tu canción enamorada
hasta el seno de mi alma silenciosa,
busco el canto de una estrella ilusionada
para irme de su mano hacia la nada
y allí, contigo y con las flores
morar para siempre entusiasmada,
busco siempre una lágrima guardada,
Pegaso de la Tierra Prometida
que navegue por el cielo y por el suelo
y galope por un sueño no soñado,
busco un ángel, sí, un ángel
que me llame por tu nombre y mis palabras
con la tinta transparente de un escrito
y el intocable tacto de tus labios,
busco la verdad y la quimera,
en fin, lo que buscaría cualquiera.
Acaso un caballito de madera
o un alma golondrina que lo quiera,
yo busco en la noche de tus ojos
la luciérnaga del alba en mis pupilas,
mariposas que dancen y sonrían
al ver que nos amamos sin sonrojo.
miércoles, 25 de mayo de 2011
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